La abrazó para preservarla con su calor,
del frío invierno, ignorando sus espinas.
El ruiseñor murió sobre su amada rosa
y de su amor y sacrificio, la rosa mostró sus pétalos rojos, como la sangre del ruiseñor
y desde entonces no hubo rosa más hermosa.
Escrito en Agosto 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.